ACTUALIDAD DIOCESANA

19/05/2020

Vuelven a abrirse las puertas en la parroquia de Cristo Rey

El párroco del barrio Vidal, Juan José Calles, celebró la primera eucaristía en el templo a las ocho de la tarde, tras permanecer dos meses cerrado

 

Tras dos meses con el templo parroquial cerrado, (desde el 14 de Marzo), Cristo Rey volvió a abrir sus puertas este lunes en el barrio Vidal. Como apunta su párroco, el sacerdote diocesano, Juan José Calles, “lo primero que hemos hecho ha sido limpiar a fondo la iglesia”. Los responsables  de esta tarea han sido los equipos de liturgia de la parroquia, que como detalla este presbítero, “lo dejaron a punto para la celebración de la eucaristía a las ocho de la tarde, poniendo a disposición de los fieles el gel hidroalcohólico, y señalizando los sitios donde poder sentarse para salvaguardar la distancia de seguridad”. Dos de las medidas fijadas para estas fases de desescalada desde la Diócesis de Salamanca.

Tareas de limpieza previas a al eucaristía.

Juan José Calles abrió las puertas de la parroquia a las 19:30 horas, y permanecieron de esta manera durante toda la celebración, como otra de las medidas de prevención de contagio y para evitar el contacto con los pomos de las entradas. “La primera sorpresa que me he llevado ha sido las “peticiones” de fieles jóvenes para celebrar el Sacramento de la Confesión que ha tenido lugar antes de la eucaristía, en la Capilla del Santísimo”, describe. En esta primera eucaristía presencial en Cristo Rey (porque este sacerdote ha mantenido la celebración virtual, a través de Facebook), han acudido un total de 17 fieles, que se han colocado alrededor del altar, “guardando la distancia de seguridad, cada uno con su mascarilla puesta, y también los dos presbíteros que hemos concelebrado la misa”.

Alegría al retomar el culto

Sus primeras palabras al comenzar la homilía han sido para recordar la exclamación del Salmo 121: “¡Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén” (vv. 1-2). Y como apunta, en efecto, “este ha sido el sentimiento de todos cuantos nos encontrábamos en la iglesia, un sentimiento de gratitud a Dios por poder volver a celebrar los sacramentos (Reconciliación y Penitencia en la Eucaristía)”.

Además, como tantas personas mayores y enfermos han seguido durante estos meses de confinamiento doméstico su eucaristía, cada día desde sus casas, conectándose a través de Facebook desde el 16 de marzo, en el día ayer, “también retransmitimos la misa desde el templo parroquial siguiendo las orientaciones de nuestro obispo”.

De la celebración en sí, Juan José Calles hace dos observaciones “muy positivas”. La primera es, como describe, es que “gracias a las recomendaciones sanitarias, vamos a poder educar a nuestros fieles para que se acerquen al altar durante la celebración de la misa”, y la segunda, “que todos hemos obedecido a las orientaciones dictaminadas por las autoridades sanitarias y pastorales: lavado de manos, entrada y salida del templo con orden y sin apelotonamiento, observancia estricta de la distancia de seguridad y la comunión, en la mano”.

 

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